En general, si los preservativos vienen bien empacados, están con la fecha de caducidad adecuada y son adecuadamente utilizados, la posibilidad de romperse es mínima y además, generalmente es evidente la ruptura, los condones pasados de la fecha o que se guardan en sitios como billeteras o donde estén sometidos a fricciones, pueden deteriorarse y tener microperforaciones, pero en general son muy seguros.