La tristeza crónica (Distimia) se asocia a mayor percepción de fatiga, debilidad, falta de deseo de realizar actividades o interactuar con otros. Podría o no tratarse de un episodio depresivo mayor, pero en cualquiera de los casos es recomendable contar con asesoría de profesionales de la salud mental como psiquiatras o psicólogos. Si la tristeza se torna abrumadora o aumenta considerablemente, la ansiedad se torna insoportable, aparecen ideas de muerte o suicidio, es igualmente válido consultar por la urgencia del centro de salud para brindar apoyo inicial.