Las alteraciones del tabique y los cornetes nasales no se asocian con trastornos de la deglución ni incapacitan el habla. Pueden generar modificaciones en el timbre de la voz.
Es necesaria una evaluación clínica para descartar alteraciones en estructuras anatómicas o presencia de secreciones. El examen puede ser complementado mediante estudios imagenológicos.
Para trastornos del habla y la deglución, se recomienda valoración por fonoaudiología.