El consumo de la anticoncepción de emergencia se asocia a alteraciones del ciclo menstrual como cambios en la regularidad, siendo su principal efecto adverso. Los roces genitales por sí solos no se asocian a un riesgo significativo de embarazo. Es recomendable que asista a consulta médica para recibir asesoría sobre métodos anticonceptivos con el fin de iniciar una vida sexual informada y de forma segura.
Complemente la protección mediante el uso del condón que previene adicionalmente enfermedades de transmisión sexual.