Dado que es un medicamento que se usa como antidepresivo, su suspensión repentina puede asociarse a cambios del estado de ánimo, así como malestar general, náuseas, mareo, entre otras. Por lo anterior lo ideal es que no deje de tomar este medicamento hasta la siguiente consulta, a menos que su médico tratante lo indique, ya que precisamente para evitar estos síntomas de retirada, debe hacerse de manera paulatina y según las indicaciones médicas.