Podrían tratarse de infecciones por hongos o manchas por exposición solar. En el primer caso son susceptibles de un tratamiento más específico. Sin embargo, se precisa de una valoración médica para determinarlo.
En términos generales se recomienda aumentar los cuidados del rostro previniendo la exposición solar, empleando bloqueador solar cada 4 horas durante el día, realizando un lavado diaria del rostro y una limpieza facial en caso de contar con la facilidad.