Existen algunos cambios propios de la edad que conllevan a una redistribución de la grasa o aumento de depósitos de esta.
Es recomendable incrementar la masa muscular que se irá perdiendo progresivamente con la edad. Reforzar hábitos saludables como la alimentación y el ejercicio. Ante esto, sería necesario una valoración presencial para determinar la necesidad de intervención o estudio de otras causas que puedan generar dichos síntomas.