Es recomendable consumir alimentos ligeros en la noche, idealmente dos o una hora antes de irse a dormir, evitando grasas pesadas o carbohidratos simples presentes en alimentos fritos, y favoreciendo proteínas magras como pechuga de pollo, y carbohidratos complejos en poca cantidad como vegetales o pan integral.
Gracias por confiar en nosotros, continuamos atentos a sus dudas.