La erección es producto de múltiples sucesos dentro del cuerpo, entre los cuales está la concentración de óxido nítrico, lo cual produce la dilatación de los vasos del pene permitiendo la entrada de sangre y generando la erección. Posterior a la eyaculación, los niveles de óxido nítrico disminuyen drásticamente, generando que se tenga que esperar un tiempo prudente para una nueva erección. En ocasiones esta capacidad se ve afectada por el paso de tiempo. Si esto persiste puede ser necesario que se consulte al médico tratante, para descartar otras alteraciones.