El infarto suele iniciar con un dolor intenso en el pecho que se puede percibir también en cuello, brazos o hasta en espalda, también puede presentar sudoracion o dificultad para respirar. Si el infarto progresa el corazón deja de latir y ocurre la parada cardiaca, el corazón deja de impulsar sangre por lo cual el cerebro no la recibe y se pierde la consciencia (el paciente se desmaya).