Eso quiere decir que son personas más sensitivas, que tienen más abiertos los centros de energía y captan esas energías que están siempre a nuestro alrededor pero que la mayoría no las percibimos. Eso lejos de ser un problema es un don que bien entendido no debe causar preocupación o angustia ya que compartimos el universo con seres de otras dimensiones y en otras dimensiones que nos acompañan y no nos harán daño.