Es probable que se trate de un cuadro que se denomina terrores nocturnos, estos episodios se inician con frecuencia con un grito muy fuerte acompañado de signos claros de intensa angustia o incluso pánico. El paciente se sienta en lecho rápidamente con comportamientos perseverantes y de excitación. En cualquier caso debe evitar la automedicación y consultar con su médico de confianza para que a través de una consulta presencial se determine la causa y así mismo el tratamiento mas indicado.