Existen alternativas para los pacientes con intolerancia a la lactosa, que es el azúcar de la leche en ese caso; se pueden emplear fórmulas a base de proteína de soya pero en el caso de la intolerancia a la proteína de la leche, deben emplearse fórmulas ampliamente hidrolizadas y en algunos casos a base de aminoácidos, que son los componentes individuales de las proteínas. Se sugiere consultar a un gastroenterólogo Infantil para complementar la información y conducta a seguir. Se adelanta que esta situación de intolerancia a la proteína de leche, suele desaparecer antes del año en un 50% de los casos.