Se puede presentar parálisis facial secundaria a estrés, cambios bruscos de temperatura o infección viral previa principalmente por virus del Herpes Zóster. Además del tratamiento que se da con medicamentos, se requiere de terapia física activamente durante al menos 15 días para recuperar la movilidad del rostro, en la mayoría de los casos se revierte completamente. Sin embargo, lo más aconsejable es que se realice un control semanal o quincenal con el médico tratante para revisar la evolución.